jueves, 6 de junio de 2013

Una ventana abierta a las posibilidades.


La equidad no puede ser una simple utopía, la equidad debe ser una realidad.


Por: Marcela Roberto Ferreira

Múltiples situaciones cotidianas se encargan de mostrar aquellas fallas latentes pero en ocasiones tácitas en nuestra sociedad; sociedades planteando objetivos de desarrollo en medio de la omisión de Derechos Humanos y fundamentales han perdurado durante años. Sin embargo, en el año 2000 los dirigentes de 189 naciones del mundo tomaron la iniciativa de cambiar la historia, definiendo y aprobando la Declaración del Milenio, cuyo objetivo central es ofrecer una mejor calidad de vida, una vida digna a cada uno de los seres humanos que hacen parte del mundo.

Diferentes objetivos fueron planteados en el marco de esta reunión llevada a cabo en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, cada uno de ellos con un plazo máximo de ejecución y cumplimiento establecido para el año 2015.

Un importante objetivo planteado allí y no con mayor o menor importancia que los demás es PROMOVER LA IGUALDAD DE GÉNERO Y LA AUTONOMÍA DE LA MUJER, frente a este tema tiene lugar el hecho de exponer algunas perspectivas de dicho avance en el marco local, es interesante conocer qué pretende este objetivo y cómo puede estar implícito en cada una de las actividades que como mujeres desarrollamos diariamente.

No es un secreto para nadie que la sociedad colombiana ha venido desarrollándose año tras año con una gran cantidad de políticas, que antes  de favorecer el desarrollo conveniente del país en muchos casos, persigue beneficios de orden particular. No obstante, el género femenino se ha visto perjudicado en muchas de estas instancias. Pese a lo anterior, para cambiar una sociedad debemos deshacernos de la viciada costumbre de la crítica y abarcar asuntos que realmente deben resaltarse como acciones que favorecen la visibilización, actividad y empoderamiento de las mujeres en diferentes aspectos.
Fotografía: El Hereje Visual

Dentro de este objetivo, se habla de una distribución o segmentación de contextos de suprema importancia, en que los derechos de las mujeres se ven vulnerados o menos favorecidos que los de los hombres. De hecho, lograr un cambio en estos ejes dará un vuelco total a la realidad de la sociedad en general, pero en este amplio pliego de asuntos, no se ha contemplado el deporte como una alternativa para la reivindicación de los derechos de las mujeres y este espacio claramente, representa un entorno de equidad, respeto, superación, desarrollo profesional, psicológico y otro tipo de variantes que contribuirían al fortalecimiento de nuestra imagen, capacidades y reconocimiento, por lo menos en algunos escenarios deportivos.

Diferentes prácticas deportivas de carácter profesional o alternativo, se han tomado nuestro país y es importante que no veamos esto como algo aislado, pues en últimas los resultados poco a poco hablan y establecen una serie de triunfos y alcances de muchas mujeres, que han decidido ponerse la camiseta literalmente para hacer de nuestra sociedad algo mejor, un espacio incluyente y diverso en medio de la política del respeto; en este caso gracias a un par de patines "quad".


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