miércoles, 20 de noviembre de 2013

La mirada de los ciudadanos frente al proceso de paz

Por: Carlos Iván Ortiz 

El pasado 7 de Noviembre de 2013, se dieron a conocer los resultados de la primera gran encuesta nacional sobre el proceso de paz en Colombia, que realizó la facultad de ciencias sociales de la Universidad de los Andes, y la cual fue aplicada a más de 3000 Colombianos de diferentes zonas del país en las que la guerra ha tocado a su puerta, y otras a las que aún no ha llegado directamente. 

Los resultados abordaron que así como en cualquier otra discusión importante para el país, los Colombianos siguen bastante divididos en cuanto al proceso de paz se refiere, pues, "El 58% de los colombianos quiere una salida negociada al conflicto, pero tan sólo el 15% aprueba la conformación de un partido político de las FARC"

Así mismo, "el 50% de los colombianos aprueba que se ratifiquen estos acuerdos con un referendo, el 37% está en desacuerdo y el 13% restante está indeciso."

Es interesante observar la divergencia que invade al país, pues en la encuesta también se evidenció que en los lugares en los que el conflicto se ha sentido mucho más, y aún en las familias directamente afectadas por está guerra, se podría llegar a perdonar a las Farc, mientras que en el interior del país, en ciudades como Bogotá y Medellín, el perdón no es la palabra de moda frente al conflicto. 

Igualmente si el escenario es el fin del conflicto en los próximos meses, los Colombianos seguirían con miedo y cautela frente a las acciones de incluir socialmente a estas personas, pues muchos aseguraron que si un ex-combatiente viviera cerca de su familia, aunque fuera su vecino, no permitiría que este se acercara a su familia o su trabajo, lo que abriría mucho más la brecha de la pregunta. ¿qué hacer después de dejar las armas?. Es claro que el gobierno debe pensar en mecanismos para dar trabajo y estabilidad a estás personas, pues de otro modo, no encontrarían otra forma de vivir sino es la delincuencia.

Pero, están los colombianos dispuestos a ¿aceptar, olvidar y empezar de nuevo?, habrá que esperar. Por ahora solo algo es cierto, las negociaciones entre Farc y gobierno, por primera vez en la historia han alcanzado un grado de seriedad y compromiso enorme que nunca antes se creyó posible, y sino se aprovecha este momento para mediar un cese de violencia por parte de los guerrilleros, esté difícilmente podrá llegar después.

Finalmente, yo soy uno de los colombianos que cree en el proceso de paz como una salida al conflicto armado por parte de las Farc, pero también soy un fiel creyente de que no es el único grupo al margen de la ley, y mucho menos que representa la mayoría de las actividades delictivas en el país, pues así como los congresistas, senadores y alcaldes salen y entran de sus puestos, allí sucede lo mismo, se pueden ir ellos, pero vendrán otros y la lucha por la paz nunca acabara, pero por algo se tiene que empezar...

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