viernes, 25 de octubre de 2013

"El poder de la verdad"

Por Milena Ruiz 

“Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad nunca será otra cosa que mala” 
Albert Camus

Las formas en las que actualmente se mueve la información beneficia y es pensada para el bienestar de las élites de poder, tanto económicas, como sociales y políticas, hoy en día el papel del Comunicador Social y del Periodista no es otro que el de generar contenidos que nutran y que reflejen la línea del medio y que responda a los intereses de los que controlan las élites de poder.

Cabe establecer la diferencia entre libertad de expresión y libertad de prensa y Catalina Botero, Relatora Especial para la libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  nos da una importante reflexión, ella asegura que la libertad de expresión es un derecho universal, un derecho que le pertenece a cada uno de los seres humanos para que piensen el mundo de manera distinta y puedan expresar lo que crean, Lo que sucede es que las violaciones al derecho de expresión se producen contra las personas que piensan distinto a los que tienen el poder, usualmente los estados no limitan la capacidad de expresarse a los medios o las personas que piensan como ellos y que los avalan, los aplauden y los acompañan.

El derecho a la libertad de expresión se puede ejercer individualmente a través de hacerte un tatuaje, un piercing, salir a la calle a bailar o escribir una canción o una poesía, redactar un reporte universitario, pero la libertad de prensa es la libertad de informar" 
El problema con la libertad de expresión siempre ha sido uno de los principales inconvenientes para ejercer la labor de ser Periodista, es frustrante e incoherente ver que cada vez se gradúan más y más Comunicadores Sociales y Periodistas que durante 5 años salen de todas las facultades del país y quienes no pueden ejercer su labor respondiendo a esa ética profesional de la que tanto se habló, ni brindar una información confiable y veraz que  beneficie y cuestione a la ciudadanía en general.

En el mejor negocio de la época; el rumbo que se le da a la información, los villanos del cuento, resultan siendo los que ejercen bien su labor como Periodistas y como ciudadanos, suelen ser los que están comprometidos por el bienestar colectivo, quienes nos ayudan a comprender los acontecimientos y a entender su contexto social, los que denuncian irregularidades, y que nos permiten asumir y reflexionar como se mueve el mundo de hoy, pero en realidad los verdaderos villanos son los que manipulan la información, los que realizan incontables amenazas, los que desvían la información que el poder no quiere que se conozcan.

Según la FLIP organización no gubernamental que hace seguimiento a las violaciones contra la libertad de prensa en Colombia y desarrolla actividades que contribuyen a la protección de los periodistas y de los medios de comunicación, en el 2012 hubo un asesinato contra un periodista por razones de su oficio, Colombia suma ya 140 homicidios de comunicadores desde 1977, es evidente que sigue existiendo impunidad y que la justicia sigue en deuda con los 49 expedientes de periodistas asesinados que no son ubicados por la Fiscalía y el consejo superior de la judicatura, de los 91 expedientes encontrados, 35 están inactivos y 56 están activos.


Con las crecientes agresiones a periodistas, los intereses de los medios de comunicación y los del estado, y las  pocas  oportunidades para ejercer realmente el Periodismo, los  principales perjudicados no solo son los que no pueden ejercer la profesión, sino la sociedad que no puede enterarse de los temas de interés público.

Una de las soluciones que plantea Catalina Botero, Relatora Especial para la libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) quien cree que, el estado debe generar todas las condiciones de prevención de las violaciones a al vida y a la integridad de los periodistas o de las personas que ejercen su libertad de expresión, incluso de los que están en contra del gobierno, por ejemplo, debería capacitar la fuerza publica, hay que crear un mecanismo de protección de derechos de periodistas, uno debe tener conciencia de lo importante de esto. Y tercero para luchar contra la impunidad no hay que permitir que los procesos mueran o que desvíen la investigación, pero lo primero que se necesita es la voluntad política. 

Los problemas del futuro según Jorge Melo, en su artículo; La libertad de prensa en Colombia: su pasado y sus perspectivas actuales: “serán sin duda como diferenciar la oferta de información, de manera que se creen medios que respondan a los diferentes nichos sociales, a los diferentes niveles de exigencia de información. Es posible que Internet ofrezca algunos elementos de solución, en la medida en que libere algo a los periodistas de las exigencias económicas que estimulan hoy unos medios obsesionados con elevar su volumen de circulación, en un proceso que está haciendo primar el entretenimiento sobre la información. Pero lo que debe tenerse presente, es que la calidad de la democracia está y estará siempre muy relacionada con la calidad de los medios, viejos y nuevos, con su independencia y su capacidad de ofrecer en conjunto a los ciudadanos una oferta, no de recreación, sino de información amplia, completa y realmente pluralista”.



"Solo un pueblo bien informado es libre"



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