viernes, 25 de octubre de 2013


Una forma más para censurar a los periodistas

Uno de los fenómenos mediante los cuales los periodistas a la fecha se encuentran obstaculizados, en el desarrollo flexible de su labor es la pauta publicitaria, la cual beneficia económicamente al periodista y en algunos casos obliga al comunicador a caer en la autocensura por preservar el patrocinio del poder económico o político del momento.
Pagos por publicidad efectuados directamente a periodistas, en concepto de servicios publicitarios reales o ficticios– que se utilizan de modo abusivo para adquirir coberturas periodísticas favorables o silencio frente a temas conflictivos. Este sistema, y otros similares encontrados en la región, tienen éxito, en parte, porque muchos periodistas carecen de un trabajo que les brinde un ingreso adecuado, y algunos dependen de lo que reciben en concepto de publicidad para poder sobrevivir. (Asociación por los derechos civiles, 2008, p.10).
Otras formas de censura pertenecen directamente a las regulaciones a las cuales los medios de comunicación se deben someter, por otra parte algunos medios debido a estas regulaciones se encuentran bloqueados al momento de ser denegado el acceso a la información pública.
Es por eso que los dueños de los medios en varias ocasiones se ven obligados a modificar los contenidos, porque existe un poder arriba de ellos que puede beneficiar o afectar los intereses económicos de la empresa comunicativa.  
Asignación inequitativa de licencias de radio y TV. La libertad de expresión se ve seriamente afectada cuando se hace abuso de los procesos de adjudicación de licencias con el fin de beneficiar a los aliados políticos o silenciar a las voces independientes. En algunos casos, los funcionarios aprovechan la amplia discrecionalidad existente en los procedimientos para la asignación de licencias por parte del Estado. En otros, el marco jurídico crea barreras estructurales para una adjudicación equitativa, tales como el requisito de una inversión financiera elevada, que terminan beneficiando a los medios más grandes y suprimiendo a un amplio espectro de voces y actores. Las emisoras comunitarias, en particular, y otros operadores sin fines de lucro, suelen ser objeto de una denegación injusta y sistemática del acceso al espacio radioeléctrico –que por lo general es el resultado de una combinación de intencionalidad política, exclusión sistemática y presiones comerciales. (Asociación por los derechos civiles, 2008, p.11-12).
El Poder Ejecutivo otorgará licencias de radio y TV en forma arbitraria y discriminatoria, muestra clara de que los periodistas prefieren tratar los temas de interés público de una forma crítica pero regulada.
A finales del siglo XX empezaron a aparecer medios electrónicos mediante los cuales los comunicadores han podido empezar a formar una opinión personal y en la mayoría de los casos sin censura alguna. A comienzos del siglo XXI se inició un diálogo directo con los usuarios por medio de nuevos formatos, en donde los ciudadanos empiezan a formar parte de la construcción de la noticia y el rol del periodista que consiste en recopilar, seleccionar y comunicar los resultados. 

Llevando a los profesionales de la comunicación al borde de la desesperación hasta el punto de tener que vender sus servicios acorde a las ideologías e intereses políticos y económicos del medio al cual pertenece. 

Javier Gonzalo Mahecha Carvajal 
Clase - Jueves en la noche

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