jueves, 24 de octubre de 2013

LIBERTAD DE PRENSA
Por: Adriana Godoy Usuga

La libertad de expresión para muchos será sólo un derecho más de los que completan la larga lista  de los derechos que se violan en este país, pero para el Periodismo y todos aquellos que elegimos esta profesión, la libertad de expresión y sobre todo la libertad de prensa es un asunto que va más allá de las fronteras legítimamente aprobadas, es un estilo de vida que se convierte en la razón de ser de todos aquellos que decidimos embarcarnos en esta travesía.
El marco legal en este sentido es amplio, en un principio la Constitución Política de Colombia en el Artículo 20 señala: “Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación”. En un contexto más global el Artículo 19 de los Derechos Humanos dice: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”; lo cual hace completamente cuestionable el hecho de que un principio consignado en la carta magna de la declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución  política de Colombia no sea tratado con toda el cuidado que debe tener un asunto tan delicado.
Evidencia de la negligencia para atender este asunto lo reporta la organización internacional Reporteros sin Fronteras en el Barómetro de la libertad de prensa, según el portal en lo corrido del año han muerto 40 periodistas y 184 están encarcelados. Sin ir tan lejos en Colombia según la Fundación para la libertad de prensa (FLIP) se han registrado 99 violaciones y 152 víctimas, de los cuales las amenazas, las agresiones y la obstrucción al trabajo periodístico son las más frecuentes.
El panorama es desolador, las cifras de dos y hasta tres alarmantes dígitos evidencian contundentemente el peligro de esta profesión, por lo cual se hace necesario el completo rechazo por parte de la sociedad,  que tiene derecho a estar informada de la realidad y la obligación de reprobar aquellas acciones que atenten en contra de ella. Por otra parte para los periodistas, la misión aparte de la responsabilidad social que tiene como garantes de la información, es NO descansar en la lucha por expresarse libremente sin ser reprimidos o censurados por ello. Cualquier acto cometido en contra de la libertad de prensa no solo vulnera los derechos del periodista si no también los de la sociedad, que tiene derecho a conocer a conocer la verdad, plasmada únicamente en una prensa libre, de calidad o buena prensa expresada en términos de Albert Camus, que no se equivoca al afirmar que es necesario la libertad para que haya prensa de verdad, por y para la sociedad.

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