Alejandra Zamora Rojas
Civilizaciones
Decir que vivimos en una sociedad de consumo no es decir nada nuevo, eso ya lo sabemos, pero antes de afirmar eso yo diría que vivimos en una sociedad en donde cada quien quiere cumplir a cabalidad sus propios intereses sin importar el medio.
El egoísmo no nos permite salir adelante como
sociedad, vistos como un colectivo social humano con necesidades básicas y no
como entes consumidores. ¿De verdad necesitamos todas y cada una de las cosas
que compramos? Se nos ha tergiversado
que un mundo con más productos y mercancías nos hará mejores personas o aptas para el mundo.
Se dice que somos libres o que vivimos en países libres ¿pero es esto cierto? ¿Que tan ñlibre es actuar y vivir una vida solo por guardar una imagen creada por la publicidad?, ¿que tan libre es tener que cultivar las tierra con semillas extranjeras "certificadas" ?
Somos aterrorizados en convertirnos en consumidores,
tenemos la libertad de escoger entre la marca A, la marca B o la marca C, esa
es toda la libertad que hay. (Zerzan 2003)
Hoy en día todo es consumismo, todo son marcas y
todo es una absurda y estúpida competencia, sobre ¿quien tiene el mejor carro, quien
camina con los mejores tennis, y quien es más delgada que las demás? , Esto se
ha arraigado tan fuertemente a la gran mayoría de las culturas que se piensa
que poseer el mejor carro, una esposa o una esposo de ensueño y una casa perfecta es la
felicidad, pero lastimosamente notamos cuando lo tenemos de que
no era cierto, sólo nuestro desarrollo individual como personas nos abrirá las puertas a la felicidad, uno decide cuándo ser feliz, está en nosotros mismos, y las comodidades son ingredientes en esta salsa de la vida, pero no
son los ingredientes impredecibles.
Pasamos
nuestras vidas en trabajos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos. No somos nuestro trabajo. No
somos nuestra cuenta corriente. No somos el coche que tenemos. No somos el
contenido de nuestra cartera. No somos nuestros pantalones. (Fight
club 1999)
Este es otro de los factores y causas que generan
depresión, al no satisfacer lo socialmente aceptado y estipulado se da
ese choque, y esa gran desilusión llevan a la inestabilidad social.
Una existencia confortable, una carrera, todas esas
promesas de bienestar material son algo vacías, unas cuantas personas sienten
ciertamente ese vacío. (Zerzan 2003)
Entendido esto y asociándolo a la lectura de Como nos venden la moto de Chomsky
aún es posible no ser parte de esa sociedad, de repensar, de analizar los contenidos que nos presentan los medios, de no creer que lo que nos dice la publicidad es ley universal y verdad absoluta, de no dejarse encasillar.
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