Por Milena Ruiz
Al parecer cada día nos
encontramos más a gusto con la manera en la que algunos gobiernan, administran
y elijen el rumbo de nuestros días, pareciera que el mundo que nos
vende la globalización y los mensajes rápidos y fáciles de digerir de los
medios, nos agradarán y fuesen lo suficientemente fuertes para lograr interferir en nuestras maneras de ver, interpretar y asumir el rumbo de
nuestras vidas.
Cabe indagar en el papel que
cumplen los medios de comunicación en nuestra sociedad, ya que estos siempre tendrán
un gran poder sobre nosotros. Si vemos a los medios como los “dueños de la
información” también tenemos que ver,
que sobre ellos recaen múltiples responsabilidades que afectan nuestros modos
de pensarnos y actuarnos en la vida cotidiana, por ejemplo la de contar la
realidad en la que vivimos, la capacidad que tienen para elegir a nuestros “enemigos”
y “aliados” y así mismo la de configurar nuestras creencias y gustos. Así que
con este panorama ellos tienen dos caminos: Elegir el poder de hacer de este mundo, un lugar justo para vivir o un mundo fabricado, sumamente materialista y
lleno de “agradables” mentiras.
Lo cierto es que a pesar de
la manipulación en la que vive esta bien llamada “sociedad del consumo”,
existen otras formas de pensarse y de visibilizarse, y es aquí en donde cabe el
papel de los ciudadanos activos, que no piensan solo en un bienestar
individual, aquellos que piensan por sí mismos, que conocen su historia, y que
creen aún que el rumbo del mundo y de nuestra sociedad ha estado y estará
siempre en nuestro poder, en el poder de
cada una de nuestras acciones.
Así que debemos dejar de ser
una democracia que se sienta a ver lo que
hacen con el mundo, hay que entender que dentro de nuestras preocupaciones no se deben escapar los intereses públicos, las problemáticas
sociales, políticas, económicas y mucho menos podemos dejar que sólo unos pocos
elijan el rumbo de nuestros días.
No podemos seguir siendo el
rebaño desconcertado al que se refiere Chomsky, debemos pensar por nosotros
mismos y para nosotros mismos, pensarnos en colectivo, donde siempre sea más
fuerte la voz del pueblo, donde se evidencien y se plasmen; inconformidades,
intereses e ideologías y en donde por fin se construya un mundo que responda a las verdaderas
necesidades, tanto individuales como colectivas.
(Como nos venden la moto, Chomsky)
Milena Ruiz
ID:000094975
(Como nos venden la moto, Chomsky)
Milena Ruiz
ID:000094975
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