jueves, 12 de septiembre de 2013

Presentado por: ADRIANA GODOY USUGA
Seminario Final de Comunicación Social y periodismo

Cómo nos venden la moto

“Quién tiene la información tiene el poder” repiten a mares hoy día aquellos que se lavan las manos atribuyéndole este poder exclusivamente a los medios de comunicación. Si bien es cierto que los medios tienen gran acceso a la información por ser mediadores de la misma, también es cierto que no son los únicos que la tienen, de hecho todos la tenemos, tal vez no sea  noticiosa, ni escandalosa o llamativa, pero al fin y al cabo es información.

Sin embargo no deja de ser contradictorio que pese al auge de noticias e infinidad de medios para divulgarla estemos cada vez peor informados,  consecuencia de las ideologías dominantes dueñas de los medios que parcializan completamente la información al servicio de  grandes terratenientes que determinan lo que debemos saber y lo que no. Siendo esto bastante preocupante por que la sociedad tiene muchos aspectos que son necesarios que entendamos desde todas las perspectivas posibles, de hecho es paradójico que siendo nuestra realidad tan compleja nos suscribamos a unos pocos relatos y en ocasiones mal contados, demostrando con cruel certeza que somos un rebaño domesticado (Chomsky) ó como dirían algunos estudiosos de la modernidad audiencias pasivas, lo cual facilita  el trabajo de aquellas personas  que fabrican productos mediáticos de tal magnitud que nos convencen que la situación es tal cual como ellos no la muestran así nosotros estemos en frente de algo completamente diferente.
Nuestro papel en la sociedad ante los medios se redujo a tal escala que no sólo creemos en la guerra sino que aún peor la defendemos y nos convencemos ella, porque si no son ellos soy yo, con este argumento se han publicitado varias guerras, que según el discurso oficial son necesarias para defenderse de los monstruos que violan los derechos humanos y amenazan la soberanía nacional, acaso la guerra no compromete de por sí estos valores de los países a los que se va atacar.

Por eso antes de creer en toda esta propaganda belicista debemos detenernos un momento y pensar no en lo que nos cuentan los medios sino contrariamente en lo que nos omiten los medios y fuentes protagonistas, debemos escudriñar más, así como lo hicieron aquellos que le contaron al mundo que las guerras fueron creadas por países que presentan deficiencias económicas escondidas en nombres de potencia y que necesitan obtener una serie de beneficios económicos que logran satanizando al que los posee, traducido esto en hacer la guerra.  Por lo cual el conocimiento y análisis de los hechos no permeados por los vicios del mercado será lo que finalmente nos hará libres, esto se logra consultando varias fuentes y revisando minuciosamente, para poder tener un contexto amplio de lo que pasa y poder formarnos nuestra propia opinión, que al fin y al cabo la rebeldía ante las ideologías dominantes será la única manera de  salir de la cárcel informativa que nos tiene condenados a pensar en pro de los poderosos.




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