viernes, 13 de septiembre de 2013


Las cortinas de humo y la opinión fabricada.

En Colombia se dice que detrás de un buen hombre siempre hay una buena mujer y lo gracioso es que es aplicable a todo tipo de dichos, -detrás de cada presidente hay un buen equipo de políticos-  

Es tan cierto que nuestro gobierno últimamente salta de un lado a otro; de las negociaciones de paz al paro agrario, del paro agrario al tratado con Nicaragua y la HAYA y al matoneo presentado en los diferentes instituciones educativas como también es cierto que  realmente no somos bien informados por el cuarto poder que debería informarnos correctamente  y no dejarse manipular por aquel monstruo llamado dinero.

Lo anterior refleja que para un manipulado hay un manipulador, y aquel es manipulado, es por voluntad, no porque no pueda liberarse de tal control.

 Chomsky en su escrito” como nos venden la moto”  nos contrasta una realidad vivida no solo en Colombia sino en varios países de América latina en donde el ciudadano común consume publicidad, propagandas e información que por lo general arroja una opinión pública; y detallando la funcionalidad del ejercicio ¡si  funciona, lo que realmente preocupa es ,que el modelo se usa no para generar una opinión clara, veras y real, se produce para perjudicar al pueblo y controlarlo bajo miedos y misterios que en nuestro imaginario social no estamos preparados para atacar.

Tales miedos son provocados intencionalmente para que la pereza del ciudadano cumpla su función y no lo deje decidir, juzgar, criticar y reconstruir su entorno, y a este último punto es al que le tienen miedo la mayoría de líderes, que en su monopolio de información haya alguien que se detenga, piense y masifique el conocimiento y  así generar un buen cambio. Esa precisamente debe ser la labor del periodista, pero encontramos que los periodistas se dejan llevar del amarillismo la perversión y el miedo a ser perseguido, lo cual conlleva a maquillar la realidad.

No debemos ser parte de un rebaño quieto y sumiso, debemos buscar respuestas a preguntas inconclusas, es una de las reflexiones que se pueden sacar de este texto, la pregunta que me surge con este texto es ¿si no son los periodistas los que nos ayudamos abrir los ojos del pueblo? ¿Quién lo va hacer?

Sobre nuestros hombros como trabajadores para y con el pueblo recaen muchas responsabilidades, informar, educar y sobre todo ser muy concretos y veraces respecto a lo que vamos a informar, pues no queremos caer en aquel tabú que tienen de los periodistas como CHISMOSOS     Yeison Varela

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